Buenas!
Voy a hacer un pequeño relato de dicho viaje entre Medina del Campo y Venta de Baños:
A las 10.26 salimos de medina a la antigua usanza: con silbato y banderin, con el tren casi vacio, aunque con expectación en los andenes. Al llegar a Valladolid, había mucha gente en el andén esperando, tanto para subir al tren y seguir hasta Venta de Baños, como simplemente para admirar la composición o aficionados haciendo fotos. Pude observar como personal de RENFE grababa videos y hacia fotos a la composición, que lucia explendida, como muestran las fotos. Por el camino, el revisor me comentó que aunque se veía vacio, habían vendido todos los billetes salvo 2 ó 3, gran parte de ellos, sobre la marcha.
Al llegar a Venta de Baños, la gente aprovechó para subir a los niños a cabina de la 321 y hacerles foto, con gorra de maquinista incluida. Una vez que todo aquel que quiso hacerse foto se marchó, la señorita maquinista procedió a hacer el cambio de cabeza a cola de composición de la 2148, dejándola lista para el regreso. Mientras se ejecutaba dicha maniobra, ya se escuchaban los pitidos de la vaporosa; La Verraco.
Luego fuimos a la sede de AVENFER, donde pudimos deleitarnos con el movimiento de la Verraco, fotos en la cabina, pitadas, resoplidos.... así como de uno de los tractores que tienen operativos. También tenían en venta ricos dulces artesanales de la zona, para quien quiera un poco de alimentación o algún recuerdo.
Luego de una parada para comer y descansar o pasear por el pueblo, regresamos a la estación de donde saldría a eso de las 17.20, no sin antes ser entrevisada la señoríta maquinista, (muy maja ella, por cierto), por periodistas de Castilla y León Televisión. Tanto en Valladolid, como en Venta de Baños, había mucha expectación, tanto de aficionados, como de simples viajeros que quedaban sorprendidos por semejante composición.
No puedo dejar de destacar el placer que supuso viajar con las ventanillas bajadas; escuchando, oliendo el ALCO, es una pasada para cualquier aficionado al ferrocarril y para los alco-holicos en especial.
Además, confieso que me encantaba ver desde la ventanilla como la gente, sobre todo los mayores, se quedaban parados viendo pasar el tren delante de ellos, un tren que ellos han conocido y que seguro que al verlo después de muchos años, luciendo impecable, les trajo recuerdos de sus vivencias.
Espero que hagan más viajes, ya estoy esperando....
Saludos.
Añado una fotico....