magnífico trabajo Albert, es como transportarte a los años cincuenta en un pueblo mítico de mi provincia, Peñarroya y su sabor ferroviario es un emblema en el mundo del ferrocarril, ahora comprendo por que te gusta tanto la zona, es como buscar el Santo Grial ferroviario, minero e industrial de finales del XIX y parte del XX.
Los civiles dan un poco yuyu armados con los naranjeros, ¿los maquis merodéan por la zona?.
Lo dicho, muy buen trabajo, un saludo