luisma2494 escribió:
GM333 escribió:
Te agradecería que nos contases dónde están esas estaciones de alta velocidad a las que te permiten acceder con los niños (o a ellos mismos cuando van) para poder ver esos trenes y tener los referentes estéticos que se están mencionando en el foro.
En las "estaciones" de este tipo a las que he pretendido acceder no se permite el paso; es más, te tratan casi como a un presunto delincuente. Una situación tan lamentable y rocambolesca que cualquier comparación con tiempos pretéritos, en los que uno se hinchaba a ver pasar y parar Expresos, Talgo, Rápidos, rutas con sus correspondientes maniobras, etc., parece una burla en su más amplio sentido. Mi último intento en Atocha fue de lo más elocuente; mi conversación con el guardia jurado fue así de esclarecedora: "Buenas, ¿me podría indicar el lugar desde el que se pueden ver los trenes? -No se puede; está prohibido el paso. -Ah, ya entiendo; Adiós. -Adiós, hasta luego". Para álguien que se habia pasado toda su infancia y adolescencia paseando libremente por las vías y andenes de la estación de su pueblo, os podéis imaginar el cuerpo con el que me fui de eso que ahora se llama "Puerta de Atocha".
No sé cómo se van a aficionar los niños y jóvenes a un ferrocarril distante y prohibido, al que sólo se pude acceder billete en mano en el mismo momento de viajar y nada más.
Saludos
En Francia prácticamente en cualquier estación, los andenes solo se cierran cuando hay un TGV que vaya a embarcar, sino los tornos por defecto están abiertos. Y aun estando cerrados siempre puedes ir al anden de enfrente o simplemente ver los impresionantes morros desde las toperas. En España, si mal no recuerdo puedes ver los trenes desde la topera en la planta de llegadas de Atocha y en Chamartín los andenes solo se cierran durante los embarques. Es mas, en muchas estaciones hay pasos superiores desde los cuales puedes ver un montón de material. Tu experiencia en Atocha no es para nada representativa de la realidad en general. Las épocas en las que uno podía meterse por los andenes como Pedro por su casa se acabaron por motivos de seguridad obvios.
Pero ya nos estamos volviendo a salir del hilo. Que esto va de las novedades que les pedimos a Electrotren y Arnold !
Saludos
Ósea, que en Francia también se permite el acceso a los andenes como lo que siempre ha sido y es: un acto de normalidad sin más trascendencia.
Debo ser un aficionado con muy mala suerte si es que en Atocha se permite acceder a los andenes sin billete y yo aún no me he dado cuenta. Y encima cerca de donde yo vivo, en Albacete, la situación es que hemos pasado de una estación amplia y luminosa, en la que podías acceder a pie de andén para ver trenes o recibir/despedir a un familiar, a un gigantesco centro comercial con acceso restringido a una sala de espera desde la que despides o recibes a familiares que ves salir o entrar por una puertecita situada tras un torno, la cual conduce a los andenes. Puedes estar horas allí, que no verás ni oirás nada que se parezca a un tren. Uno no ya no sabe si está en un aeropuerto, en la cola del cine, o en la sala de urgencias de un hospital esperando a que salgan a indicarle el box en el que será atendido. No sabemos si reír o llorar… Cuando lo comparo con mi última experiencia en la estación central de Milán, hace un par de años, paseando bajo sus majestuosas marquesinas y viendo de cerca trenes de todo tipo sin el más mínimo problema ni contratiempo, pues qué quieres que te diga, que eso de la seguridad, lejos de los motivos obvios a los que aludes, a mi me suena a excusa hueca para justificar una falsa imagen de modernidad y elitismo; una obsesión absurda por parecerse a los aeropuertos y romper con la imagen de cercanía y accesibilidad que antes tenían nuestras estaciones de tren. Ya vimos en los trágicos sucesos del año 2004 de qué sirvieron tantos tornos, prohibiciones y demás zarandajas… En fin, no quiero desvirtuar el tema del hilo, pero bajo mi experiencia sólo puedo decir que otra de las “bondades” que nos ha traído el ave ha sido alejamiento entre tren y aficionados.
Esperemos que el grupo Hornby siga reproduciendo bonitos y variados modelos de nuestros ferrocarriles, tanto para quienes hemos disfrutado sintiéndolos y viviéndolos de cerca, como para quienes ahora se tienen que conformar con verlos pasar desde la distancia, en pleno campo o subidos a un puente.
Saludos