Si os gusta, ¡adelante! Seréis felices, sin duda.
Ahora bien, este me parece el típico producto que es bonito a primera vista:
-Por el esquema original de pintura del modelo real
-Por la cuidada presentación
-Por la ilusión que nos pueda hacer la iluminación del material rodante
(pero que al transparentarse por zonas supuestamente opacas, debería hacernos salir de la tienda corriendo, a menos que nos regalen tiras de papel negro que no transparente, como Faller y Kibri)
Si vamos a la reproducción a escala del modelo real, como han dicho los compañeros, se salva el nuevo WL26x-7100. El resto, es un despropósito.
-Si queréis pagar 185 euros por un furgón que no es y por unos moldes de 1990 sin españolizar (en el caso de la referencia de los restaurantes y furgones) sólo porque están pintados en bonitos colores, vale, SÍ.
-Si queréis pagar idéntica cantidad por dos Lx de Rivarossi que difieren en casi todo de los reales y un coche nuevo que acaba de salir pero que se vende suelto , es otro SÍ rotundo.
En mi complicada situación laboral, no me puedo permitir gastar 360 euros en un invento de Hornby.
Quizás, lo que más me molesta es que se hayan molestado en modificar la tira de cristales de los Lx para este desaguisado y no lo hayan hecho para acercar el Lx original a la versión época IV española que conocimos casi todos. Pero bueno, Hornby sabrá si le renta vender inventos más falsos que un ocho. Porque ni en perfil ni en detalle se parecen en nada.
En perfil lo más específico de estos coches y que constituye una verdadera decepción son unos bajos pelados falsos, en los que podrían viajar una decena de preisermanes de polizones, y los dichosos fuelles perennes de los moldes de los 90 que Hornby se niega a actualizar y los deja tal y como llegaron a España en la posguerra (época III).
En el detalle, casi todo, desde los testeros modernizados, pasando por las luces de situación y los "INVENTOS" que hizo la propia RENFE en los coches al destrozarlos bajo el insultante nombre de "Restauración".
Si escribimos y debatimos apasionadamente durante más de treinta páginas criticando la distancia entre ejes de una reproducción de locomotora de vapor o la curvatura adecuada del morro de una eléctrica... luego es injusto leer que esto da el pego. Pues no. No lo da. Ni de lejos ni de cerca.
Así que, al menos, informad al personal que nos lee de que las bonitas cajas de Hornby vienen con un tren llamativo a la vista y en bonitos colores (¡un saludito, coches Pullman de la CIWL! ) pero con sorpresa incluida.
Podrían haber puesto en la caja: Tren Mal-Andamus
Saludete
Carrington, con cierta sorna