robert354 escribió:
Creo que fue allá por 1994 cuando en los servicios de cercanías de Murcia los FIAT 593 tuvieron que ser sustituidos por los MAN 592 a causa de las numerosas averías que sufrían en la caja de cambios. El sistema de convertidor de los 592 resultó más idoneo que la caja de cambios de los 593 para servicios con múltiples paradas, como los de cercanías, tanto que aun en 2011 los seguimos teniendo.
Un saludo.
Cuando se proyectaron y contrataron ambas series (1978) se estimaba justamente lo contrario, que para los servicios de medio y largo recorrido el sistema idóneo era el de los MAN, y que para las cercanías el mejor era el de los FIAT, y sobre el papel era así, lo que ocurre es que determinadas prácticas de conducción (como dejar metida una marcha con el tren parado) provocaban numerosas averías en embragues y cajas de cambios. Por otro lado, el complejo entramado de órdenes mecánicas, eléctricas y neumáticas que conformaban el sistema de los 593 propiciaba que, al más mínimo fallo, se desencadenara una avería más o menos importante. Por ejemplo, fallaban frecuentemente las llamadas "candelas", que eran los dispositivos que señalaban que la marcha había entrado correctamente, por no hablar de los fallos que se daban en la sincronización de los motores y cajas de cambio de la composición. El sistema "autómata" probado inicialmente en los coches motores 049 y 045 de la serie 593 antes de su incorporación a los 596, que supervisa y corrige la actuación del maquinista y sincroniza correctamente motores y cajas de cambio, de haberse extendido a todos los 593 que quedaban en activo en 1997, hubiese permitido aumentar considerablemente el índice de fiabilidad de la serie 593, pero ya eran la oveja negra y ni siquiera se presupuestaban ya operaciones R.
Ya en la práctica, es cierto que el sistema de los 592 era mejor para servicios con frecuentes paradas (como los cercanías y regionales cadenciados), mientras que los 593 se tornaban ideales para servicios con pocas paradas (regional exprés y largo recorrido), lo que ocurre es que estos trenes, en origen, tenían depósitos de 600 litros, lo que limitaba su autonomía (no podían hacer el Rápido Automotor Madrid - Ferrol, que era un servicio idóneo para las características de los 593), limitación que les confinó a servicios de cercanías y regionales de corto recorrido.