Hasta donde yo llego, lo más importante para un proyecto turístico novedoso es que se instale poco a poco, se cocine con fuego lento su éxito y se consolide como un producto de calidad.
A mí me parece el caso. Solo hace falta ver las opiniones generalizadas en Atrápalo, Facebook, Tripadvisor, la prensa escrita, los medios de telecomunicaciones... tal parece, asimismo y las fotografías así me lo parecen indicar, que la fiabilidad del servicio ha subido, no he oído hablar de ninguna supresión de servicio salvo por avería puntual de la máquina a medio viaje, se circula con frecuencia con 4 coches, se tiene cada vez más conocimiento internacional del servicio (hecho muy positivo)...
El problema me parece muy simple. Vivimos en la sociedad de la inmediatez, de la impaciencia, de la precipitación, de la falta de creatividad. Es arriesgado, por lo tanto, lanzar un producto de tamañas características y que no genere suspicacias, afición inclusive, como es el caso y como queda más que reflejado en este mismo hilo.
Msj, me dirijo especialmente a ti. No estoy de acuerdo con el inicio de tu mensaje, y te lo digo sinceramente. Son varias las razones, todas basadas en la realidad palpable, que me gustaría contrastar a continuación:
-El producto "Tren dels Llacs" es un fracaso cuando debe circular con unidades panorámicas regulares. Sin embargo, es un éxito (con una ocupación cercana al 100%) cuando ese servicio se realiza con material histórico. Me parece significativo señalar que la tracción no parece relevante en el éxito de ese servicio, puesto que tanto con vapor como con diésel atrae a una fiel clientela, sino otros factores diferentes, a destacar: elemento paisajístico (naturaleza), puesta en valor de las riquezas ofrecidas por el territorio (gastronomía, historia...), precios razonables, fácil acceso al mismo, fomento del turismo familiar. La rentabilidad económica del servicio se logra con el retorno económico a un pueblo cuyo motor económico procede, en buena parte, de este elemento turístico.
-El tren minero de Utrillas. En otro sentido, el parque temático resulta un servicio cultural con mucho potencial si se realiza con profesionalidad y rigor. El éxito es tal que está viendo cómo se está convirtiendo en uno de los principales centros de puesta en valor del patrimonio de minería en España en su vertiente más ferroviaria, realizando incluso la ampliación de la vía turística, consolidando el tren turístico del que forma parte. Cada año en continua expansión e, igualmente, reconocido internacionalmente, es igualmente motor económico relevante de la región de la que forma parte.
-El "Tren de la Fresa". Aunque de gestión bastante dudosa en diferentes períodos de su historia (el actual inclusive), se debe destacar una elevada ocupación del mismo, un conocimiento popular del mismo, un servicio más que consolidado y que, indudablemente, también aporta mucho a los territorios que atraviesa y goza de reconocimiento internacional. Sería el decano de los trenes turísticos en España.
Casos comunes de servicios turísticos con éxito notable pero lastrados por condicionantes externos que nada tienen que ver con la demanda/éxito de los mismos, encontramos ciertos servicios turísticos de FGC entre 1990 y finales de la década pasada (Tren del Jazz, Tren del Vapor...), el Tren Turístic Costa Brava, el Canfranero, el Limón Exprés y un cierto etcétera que no es menester prolongar. Demasiado habituales en España, pero no por ello tampoco inexistentes allende nuestras fronteras.
¿Que si hay casos que son un pozo sin fondo? ¡Como todo proyecto empresarial, un producto turístico tiene sus riesgos que hay que asumir! Normalmente, y salvo excepciones, si las cosas se hacen mal, la iniciativa fracasa (pero no en absoluto siempre que fracasa es porque se haga mal). Tenemos unos cuantos ejemplos catastróficos a citar, entre ellos tres que podrían llevarse la palma: uno es el desastre organizado por FGC con el Montserrat Clàssic Express, producto patético a más no poder y que genera un precedente pésimo para iniciativas futuras en la empresa; el otro es el Tren del Ciment que, si bien no es la ruina absoluta, es cierto que se puede afirmar con rotundidad que no existe proyecto turístico más desaprovechado en toda Europa. Se dispone de ¡¡¡3!!! máquinas de vapor potencialmente operativas para el ferrocarril, de coches históricos con los que realizar el servicio pero un material moderno que desencaja con el espíritu de tal ferrocarril, unido a una pésima publicidad por parte de la empresa, a un acceso no demasiado sencillo del mismo y a la falta de incentivos para utilizarlo no son, sin duda, un cóctel favorecedor. Finalmente, cómo no olvidar aquél esperpéntico tren, con el cual don Miguel Mihura hubiera escrito una saga completa con el mismo sin lugar a dudas, el "Sunrail". Además de plagiar al tren del mismo nombre situado en Orlando, el tren provocaba ciertas sonrisas. Una 447 vinilada para realizar la competencia al Tren Turístic Costa Brava entre Figueres y Portbou. Resultó un fracaso de proporciones mayúsculas, como no podía ser de otra forma. Con una paupérrima promoción del mismo, además.
Para finalizar, estoy de acuerdo contigo cuando dices, citándote textualmente, "es evidente que hay casos claros que si se acercan a un cierto equilibrio económico, pero hay otros que son un pozo sin fondo". En el presente mensaje intento, precisamente, esclarecer las causas que provocan esta realidad. Pero creo que la pregunta "¿pero realmente no será que con los ojos de la afición, solo tengamos un deseo que no comparte el público en general, que es el que realmente decide la balanza del éxito de un producto?", por la misma razón con la que concluyes tu propio mensaje, no tiene cabida, ¡ni tan siquiera en un país que ha vivido muy de pasada la Revolución Industrial!