canonikon escribió:
Os voy a contar un relato de una serie de viajes que hice en el otoño de 1979. Uno de los años de oro de la Renfe. Las fotos que tenía digitalizadas, en un cambio de ordenador se perdieron.
Me cogí una quincena de vacaciones y planeé un viaje de locos en tren aprovechando una “Tarjeta turística” que sacó Renfe que permitía viajar sin límite de kilometraje ni trenes durante "X" días, siempre que fueran plazas sentadas, ni camas ni literas. Se podía elegir siete u once días y viajar en primera clase o en segunda. Compré uno de siete días y en primera clase para viajar más tranquilo, sobre todo en los expresos nocturnos.
Fue una magnífica elección ya que de noche siempre viaje sólo en el departamento. Creo que fue en primavera cuando hice esta “locura”, pero ha sido uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida, me hinché de viajar en trenes.
Mi idea era tener Madrid como punto central de muchos de los trayectos. Viajaba en un tren nocturno de Madrid a una ciudad, llegaba a primera hora de la mañana, visitaba la ciudad esa mañana, cogía el primer tren de la tarde que llegara a Madrid por la noche con tiempo de cenar algo, coger otro tren nocturno que me llevara a otra ciudad, y vuelta a empezar. Cogí una bolsa de viaje y metí lo imprescindible de aseo, camisetas, ropa interior, dos vaqueros y a la estación.
El primer trayecto veréis que era de Alicante a Sax porque la tarjeta me comenzaba a contar a las 00:01 del día siguiente y el expreso a Madrid Nº509 salía a las 22:25 con su locomotora 1900, furgones, camas, 8000's verdes... Vamos, un tren de verdad. Así que compré un billete normal de segunda clase hasta Sax y a medianoche ya me fui a mi tranquilo coche de primera clase porque ya me contaba la tarjeta.
Día 0 Alicante 22:25
Día 1 Sax 0:15
Día 1 Madrid 7:38
Llegué a Madrid y como tenía tiempo de sobra hasta la noche para coger el siguiente tren bajé a ver el museo de Delicias y sus joyas. Luego me subí a Fuencarral a ver si me podía colar en el depósito y hacer algunas fotos, tuve suerte y no me encontré con ningún vigilante. Incluso llegué a comer en su cantina y nadie me dijo nada. Después ya me volví a Chamartín a cenar un poco y coger el siguiente tren. Expreso Nº1.
Día 1 Madrid 22:05
Día 2 San Sebastián 7:15
En San Sebastián me fui a visitar la playa de la concha y los tres puentes de la desembocadura del rio Urumea. Una vuelta por la ciudad, unos pinchos y a la estación a esperar a mi próximo tren. La espera se me amenizó con el paso de infinidad de trenes con destino o procedentes de la cercana Irún, frontera con Francia. Próximo tren Talgo III con locomotora Talgo, no recuerdo si 352 o 353. Talgo Nº354.
Día 2 San Sebastián 15:42
Día 2 Burgos 18:48
Esta vez no bajé hasta Madrid y quise darme una vuelta por Burgos para recordar viejos tiempos de mili. Cené en Los Chapiteles frente a Capitanía, mi lugar de mili, y a la estación a esperar mi próximo tren ya de madrugada. Expreso Nº217/717.
Día 3 Burgos 3:49
Día 3 La Coruña 14:45
Este tren había salido de Barcelona la tarde-noche anterior, por eso de la hora tan intempestiva, y tenía el final de trayecto en La Coruña, mi próximo destino. Aquí tenía planificado coger una noche de hotel en uno que encontré justo enfrente de la estación, (había que ducharse). Me di una vuelta por el puerto pesquero, fui hasta la torre de Hércules y al hotel a cenar y a descansar.Próximo tren TER Nº661/672.
Día 4 La Coruña 8:20
Día 4 Ávila 16:56
Madrugón para coger el TER previa compra en la cafetería de la estación de un batido, un bollo, un bote de cerveza y un bocadillo. El trayecto iba a ser largo y las paradas sospechaba que no iban a ser de mucho tiempo como para desayunar y comer. Ávila me recibió con frío, pero un frío similar al de los pasillos de los yogures en los supermercados. Me di una vuelta por la ciudad, vi un cacho de murallas y me volví a buscar algún restaurante cercano a la estación ya que la cantina vi que estaba de obras cuando llegué. Me metí en una fonda y me pedí una sopa cubierta y un cacho pollo. Cuando probé aquella sopa le dije al camarero que me pusiera otra sopa de segundo y que se olvidara del pollo que con ese frío me vendría mejor. Con la segunda sopa el camarero me dijo si quería que la bautizara, le seguí la broma, dije que sí y le arrimó un buen chorro de Jerez. Que buena idea tuvo, cené como un rey. Próximo tren Expreso Nº527/5527.
Día 5 Ávila 0:07
Día 5 Gijón 8:55
Ni que decir tiene que dormí como un niño en ese tren. Me despertó el frenazo final ya en la estación de Gijón. Después de desayunar di una vuelta por la ciudad y al pasar por la plaza del ayuntamiento vi una heladería en la que entre otros sabores vendían helado de fabada. No quise probarlo. Luego me fui a ver la famosa playa de san Lorenzo y efectivamente playa es, pero en bajamar porque con la marea alta la playa desaparece. Aprovechando que iba a comer pronto ese día me pedí en el bar de la estación, como no, un plato de fabada que ni la de litoral, ya tendría tiempo de digerirla en el tren. La señora me dijo si quería repetir pero acordándome de Ávila ésta vez dije que no. No es lo mismo cenar dos sopas que comer dos fabadas. Próximo tren Electrotren Nº5554/554.
Día 5 Gijón 13:10
Día 5 Madrid 20:50
Ya empezaba a estar un poco cansado, pero más por las esperas entre trenes que del viaje en sí. El próximo viaje también sería largo, pero los viajes me resultaban agradables. Próximo tren Expreso Nº923.
Día 5 Madrid 23:10
Día 6 Santander 8:20
El tren hizo por la noche la parada prevista en Venta de baños. Estaba asomado en la ventanilla viendo la tranquilidad de la estación de madrugada cuando el tren se puso en marcha lentamente. A lo lejos vi la silueta de un soldado con su petate corriendo hacia el tren y por la distancia pensé que no iba a llegar a subir. Me fui enseguida al siguiente coche, un segunda clase, accioné el freno de emergencia, volví rápidamente a mi coche y me encerré en mi departamento con la luz apagada por si acaso pasaba el revisor que me pillara “durmiendo”. Le hubiera caído un buen arresto si ese muchacho hubiera perdido el tren y consecuentemente haber llegado tarde al cuartel. A los pocos minutos el tren volvió a ponerse en marcha sin ningún otro contratiempo. Próximo tren Electrotren Nº956.
Día 6 Santander 15:40
Día 6 Madrid 21:56
El viaje se acababa. El próximo tren me llevaría a Alicante. Volvía a casa con algunas fotos y muchísimos buenos recuerdos. Esa noche incluso me salté la cena, estaba un poco “plof”. Próximo tren Espreso Nº510.
Día 6 Madrid 23:55
Día 7 Alicante 8:34
Llegando a Alicante a la altura de Agost caí en la cuenta de que éste era el último día de validez de la tarjeta, pero no tenía por qué ser éste el último tren. Así que nada más llegar dejé la bolsa de viaje en la consigna de la estación, me di un buen desayuno allí mismo estudiando la guía de horarios de Renfe, que llevé en todo momento en el viaje, bocadillo y bote y decidí que podía pasar el día en Alcázar de san Juan. Próximo tren Rápido Nº511/501.
Día 7 Alicante 10:35
Día 7 Alcázar 16:55
En cuanto bajé del tren en Alcázar entre en la cantina ya que quería ver como estaba después del paso de tantos años desde que entraba cuando era niño con mi padre en los viajes a tomarme una leche con chocolate. Salvo unas máquinas tragaperras aquello seguía igual, no había cambiado nada de lo que yo recordaba. Me tomé un cafe y al próximo tren, Talgo 552/451.
Día 7 Alcázar 17:28
Día 7 Alicante 20:44
A las 21h di por concluido el viaje, cansado, pero totalmente satisfecho de mi “locura”.
(Relato entresacado de mi biografía).
Me cogí una quincena de vacaciones y planeé un viaje de locos en tren aprovechando una “Tarjeta turística” que sacó Renfe que permitía viajar sin límite de kilometraje ni trenes durante "X" días, siempre que fueran plazas sentadas, ni camas ni literas. Se podía elegir siete u once días y viajar en primera clase o en segunda. Compré uno de siete días y en primera clase para viajar más tranquilo, sobre todo en los expresos nocturnos.
Fue una magnífica elección ya que de noche siempre viaje sólo en el departamento. Creo que fue en primavera cuando hice esta “locura”, pero ha sido uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida, me hinché de viajar en trenes.
Mi idea era tener Madrid como punto central de muchos de los trayectos. Viajaba en un tren nocturno de Madrid a una ciudad, llegaba a primera hora de la mañana, visitaba la ciudad esa mañana, cogía el primer tren de la tarde que llegara a Madrid por la noche con tiempo de cenar algo, coger otro tren nocturno que me llevara a otra ciudad, y vuelta a empezar. Cogí una bolsa de viaje y metí lo imprescindible de aseo, camisetas, ropa interior, dos vaqueros y a la estación.
El primer trayecto veréis que era de Alicante a Sax porque la tarjeta me comenzaba a contar a las 00:01 del día siguiente y el expreso a Madrid Nº509 salía a las 22:25 con su locomotora 1900, furgones, camas, 8000's verdes... Vamos, un tren de verdad. Así que compré un billete normal de segunda clase hasta Sax y a medianoche ya me fui a mi tranquilo coche de primera clase porque ya me contaba la tarjeta.
Día 0 Alicante 22:25
Día 1 Sax 0:15
Día 1 Madrid 7:38
Llegué a Madrid y como tenía tiempo de sobra hasta la noche para coger el siguiente tren bajé a ver el museo de Delicias y sus joyas. Luego me subí a Fuencarral a ver si me podía colar en el depósito y hacer algunas fotos, tuve suerte y no me encontré con ningún vigilante. Incluso llegué a comer en su cantina y nadie me dijo nada. Después ya me volví a Chamartín a cenar un poco y coger el siguiente tren. Expreso Nº1.
Día 1 Madrid 22:05
Día 2 San Sebastián 7:15
En San Sebastián me fui a visitar la playa de la concha y los tres puentes de la desembocadura del rio Urumea. Una vuelta por la ciudad, unos pinchos y a la estación a esperar a mi próximo tren. La espera se me amenizó con el paso de infinidad de trenes con destino o procedentes de la cercana Irún, frontera con Francia. Próximo tren Talgo III con locomotora Talgo, no recuerdo si 352 o 353. Talgo Nº354.
Día 2 San Sebastián 15:42
Día 2 Burgos 18:48
Esta vez no bajé hasta Madrid y quise darme una vuelta por Burgos para recordar viejos tiempos de mili. Cené en Los Chapiteles frente a Capitanía, mi lugar de mili, y a la estación a esperar mi próximo tren ya de madrugada. Expreso Nº217/717.
Día 3 Burgos 3:49
Día 3 La Coruña 14:45
Este tren había salido de Barcelona la tarde-noche anterior, por eso de la hora tan intempestiva, y tenía el final de trayecto en La Coruña, mi próximo destino. Aquí tenía planificado coger una noche de hotel en uno que encontré justo enfrente de la estación, (había que ducharse). Me di una vuelta por el puerto pesquero, fui hasta la torre de Hércules y al hotel a cenar y a descansar.Próximo tren TER Nº661/672.
Día 4 La Coruña 8:20
Día 4 Ávila 16:56
Madrugón para coger el TER previa compra en la cafetería de la estación de un batido, un bollo, un bote de cerveza y un bocadillo. El trayecto iba a ser largo y las paradas sospechaba que no iban a ser de mucho tiempo como para desayunar y comer. Ávila me recibió con frío, pero un frío similar al de los pasillos de los yogures en los supermercados. Me di una vuelta por la ciudad, vi un cacho de murallas y me volví a buscar algún restaurante cercano a la estación ya que la cantina vi que estaba de obras cuando llegué. Me metí en una fonda y me pedí una sopa cubierta y un cacho pollo. Cuando probé aquella sopa le dije al camarero que me pusiera otra sopa de segundo y que se olvidara del pollo que con ese frío me vendría mejor. Con la segunda sopa el camarero me dijo si quería que la bautizara, le seguí la broma, dije que sí y le arrimó un buen chorro de Jerez. Que buena idea tuvo, cené como un rey. Próximo tren Expreso Nº527/5527.
Día 5 Ávila 0:07
Día 5 Gijón 8:55
Ni que decir tiene que dormí como un niño en ese tren. Me despertó el frenazo final ya en la estación de Gijón. Después de desayunar di una vuelta por la ciudad y al pasar por la plaza del ayuntamiento vi una heladería en la que entre otros sabores vendían helado de fabada. No quise probarlo. Luego me fui a ver la famosa playa de san Lorenzo y efectivamente playa es, pero en bajamar porque con la marea alta la playa desaparece. Aprovechando que iba a comer pronto ese día me pedí en el bar de la estación, como no, un plato de fabada que ni la de litoral, ya tendría tiempo de digerirla en el tren. La señora me dijo si quería repetir pero acordándome de Ávila ésta vez dije que no. No es lo mismo cenar dos sopas que comer dos fabadas. Próximo tren Electrotren Nº5554/554.
Día 5 Gijón 13:10
Día 5 Madrid 20:50
Ya empezaba a estar un poco cansado, pero más por las esperas entre trenes que del viaje en sí. El próximo viaje también sería largo, pero los viajes me resultaban agradables. Próximo tren Expreso Nº923.
Día 5 Madrid 23:10
Día 6 Santander 8:20
El tren hizo por la noche la parada prevista en Venta de baños. Estaba asomado en la ventanilla viendo la tranquilidad de la estación de madrugada cuando el tren se puso en marcha lentamente. A lo lejos vi la silueta de un soldado con su petate corriendo hacia el tren y por la distancia pensé que no iba a llegar a subir. Me fui enseguida al siguiente coche, un segunda clase, accioné el freno de emergencia, volví rápidamente a mi coche y me encerré en mi departamento con la luz apagada por si acaso pasaba el revisor que me pillara “durmiendo”. Le hubiera caído un buen arresto si ese muchacho hubiera perdido el tren y consecuentemente haber llegado tarde al cuartel. A los pocos minutos el tren volvió a ponerse en marcha sin ningún otro contratiempo. Próximo tren Electrotren Nº956.
Día 6 Santander 15:40
Día 6 Madrid 21:56
El viaje se acababa. El próximo tren me llevaría a Alicante. Volvía a casa con algunas fotos y muchísimos buenos recuerdos. Esa noche incluso me salté la cena, estaba un poco “plof”. Próximo tren Espreso Nº510.
Día 6 Madrid 23:55
Día 7 Alicante 8:34
Llegando a Alicante a la altura de Agost caí en la cuenta de que éste era el último día de validez de la tarjeta, pero no tenía por qué ser éste el último tren. Así que nada más llegar dejé la bolsa de viaje en la consigna de la estación, me di un buen desayuno allí mismo estudiando la guía de horarios de Renfe, que llevé en todo momento en el viaje, bocadillo y bote y decidí que podía pasar el día en Alcázar de san Juan. Próximo tren Rápido Nº511/501.
Día 7 Alicante 10:35
Día 7 Alcázar 16:55
En cuanto bajé del tren en Alcázar entre en la cantina ya que quería ver como estaba después del paso de tantos años desde que entraba cuando era niño con mi padre en los viajes a tomarme una leche con chocolate. Salvo unas máquinas tragaperras aquello seguía igual, no había cambiado nada de lo que yo recordaba. Me tomé un cafe y al próximo tren, Talgo 552/451.
Día 7 Alcázar 17:28
Día 7 Alicante 20:44
A las 21h di por concluido el viaje, cansado, pero totalmente satisfecho de mi “locura”.
(Relato entresacado de mi biografía).
Muchas gracias por este descriptivo y preciso relato, que me ha retrotraído a épocas de juventud.