Lo puse en otro hilo, pero ahora no lo encuentro.
En el museo de Bo'Ness, en las proximidades de Edimburgo, había un ejemplo práctico.
Un eje con una rueda sana, otra con fisuras y el martillo pertinente. La sana sonaba como una campana (clinc) mientras la otra lo hacía como un fardo (ploc).
Normalmente, lo que pasaba es que había alguna fisura o la unión de la llanta con la banda de rodadura estaba mal. El riesgo era de que la rueda se partiese o el aro exterior se saliese de la llanta o hecho pedazos en cualquier dirección.
El nombre creo que era el de "Visitador", aunque entre los amigos lo llamábamos "ruedaescucha". La verdad es que me parece que es uno de los oficios perdidos, ya que hace años que no veo a ninguno.
Y no te preocupes, que no te tienes que morir de vergüenza
Un saludo.