Curioso el destino de esos trenes en los que muchos ívamos a pasar el día a las planas y por las líneas del valles. Finalmente han acabado en cuba prestando servicio en el ferrocarril de hershey. No deja de llamarme la atención el apaño que le han echo al pantografo para que llegue a la catenaria. Ademas ni los han reformado ni nada. Siguen manteniendo la rotulación en catalan, y no me extrañaria que encima de las puestas esté el esquema de las líneas del valles y el tibidavo.