El centenario túnel de Toses se renueva con dificultades y retrasos en las obras
La orografía compleja y la altura, 1.494 metros, ya fue un problema al principio de la infraestructura
Josep Clara
https://www.ara.cat/comarquesgironines/ ... 30256.htmlDes del 22 de junio de 2020 se mantiene cortada la circulación de trenes entre Ribes de Freser y la Cerdanya debido a la restauración que se lleva a cabo en el túnel de Toses. Para garantizar la movilidad, Cercanías de Catalunya mantiene un servicio alternativo por carretera entre Ribes de Freser y Puigcerdà-La Tor de Querol-Enveig. La versión oficial califica las obras de actuación integral en la modernización de la obra de fábrica. La restauración anunciada pretende mejorar el revestimiento del túnel y la del drenaje longitudinal en ambos lados de la vía, a fin de garantizar la estabilidad de la estructura, paliar daños y patologías detectados desde hace tiempo y minimizar la probabilidad de incidencias que afecten el servicio, además de eliminar la limitación temporal de velocidad. La inversión prevista es de 9,5 millones de euros.
Una visita al paraje permite comprobar que para las obras ha sido necesario levantar la vía del interior del socavón, cortarla en tramos de 18 metros y apilarlas en diversos lugares fuera del túnel. Las obras interiores, según el BOE de los días 19 y 20 de octubre, se han adjudicado a las empresas Amberg Infraestructuras S.A. y Nortúnel S.A. por 580.000 y 8.941.650 euros, respectivamente.
La fecha prevista de reapertura a la circulación de trenes era el 7 de febrero de 2021, pero debido a los deslizamientos ocurridas durante el verano, la reprogramación se ha alterado y ahora dan como fecha el próximo mayo, si no pasan más cosas. Cabe decir que la parte del túnel próxima a la boca norte Túnel artificial- presenta dificultades especiales por el hecho de quedar superficial. Esto hace que se detecten patologías puntuales, para que el hormigón se desgasta más fácilmente con las filtraciones y la acción del proceso de hielo-deshielo.
Adif informa que destina todos los recursos humanos y materiales disponibles en la actuación restauradora pero una fuente técnica asegura: "Lamentablemente, la consellería de la Generalitat ha estado ausente en una obra que le afecta de lleno". Y sugiere que se debería sacar provecho de la ocasión para restaurar el portal de la boca sur del túnel, de carácter monumental: "Cualquier día habrá un deslizamiento y aprovecharán la ocasión para derribarlo".
Un siglo salvando el collado
Las obras del túnel primigenio comenzaron en 1911. Construido en el kilómetro 29,745 de la línea de Ripoll a Puigcerdà, entre las estaciones de Sant Cristòfol de Toses y la Molina, la "foredada" número 36 o "túnel llarg" de Toses salva la collada del mismo nombre a 400 metros de profundidad. La longitud total de la obra -comprendidas la parte artificial- es de 3.904 metros y en su interior se localiza la cota 1.494, la más alta de la línea. Forma parte del denominado transpirenaico oriental, el recorrido ferroviario más alto del estado español en adherencia y ancho normal, que presenta rampas del 41 por mil y atraviesa parajes de gran belleza panorámica.
Antes de poder empezar el trabajo, otorgada a una sociedad domiciliada en Zaragoza que se comprometió en concurso público a realizar las obras para 6.207.000 pesetas, hubo que abrir un camino desde Planoles y establecer una línea de transporte de energía eléctrica, derivada de la instalada por la Sociedad Hidráulica del Freser, en Queralbs, lo cual era necesaria para poder activar los motores y el alumbrado.
Deslizamientos con 30 muertos
Pero calar este túnel representó el obstáculo más grande para hacer llegar el ferrocarril en Puigcerdà. La naturaleza del terreno, las filtraciones de agua, las adversidades climatológicas y la desaparición repentina de uno de los contratistas afectaron negativamente una obra que se complicó y en algún momento pareció irresoluble. En el trabajo de apertura perdieron la vida una treintena de operarios y el número de heridos fue similar, por culpa de los deslizamientos y los accidentes que se repetían constantemente. Por ello la infraestructura para la perforación tuvo que contar con un hospital en Toses mismo.
En un solo día, el 14 de abril de 1914, se registraron cuatro muertes. Las bajas más espectaculares fueron la del director de las obras, Hilario Jesús Retuerta Toledano, natural de Almonacid de Zurita (Guadalajara), y la del médico leridano Miquel Castells Ferrer, que había acudido en función de socorro. El primero se había acercado al transformador y se electrocutó "miedo corriente de alto voltaje", lo mató involuntariamente el segundo. La versión popular sobre estas muertes ocurridas el 5 de mayo de 1916 explica que Retuerta se suicidó porque no preveía el éxito de la sociedad encargada de la contrata. Fue enterrado en Toses mismo.
Disuelta la sociedad que habían constituido Corsini, Retuerta y Bruned, que había iniciado las obras en diciembre de 1911, el Estado asumió la construcción directa mientras se trabajaba otros tramos de la línea. El calamento final no se pudo celebrar hasta el 28 de febrero de 1919, es decir, siete años y tres meses después del comienzo de las obras. De este modo, el tren que había inaugurado el primer trayecto hasta Ribes de Freser agosto de 1919 pudo abrir la circulación de convoyes entre Ribes y la Molina en julio de 1922 y de la Molina en Puigcerdà octubre de 1922.
La conexión definitiva con la red francesa y la estación de la Tor de Querol-Enveig, debido a las dificultades sufridas por Francia durante la Primera Guerra Mundial, tuvo que esperar hasta julio de 1929, fecha en que se inauguró asimismo la electrificación de la línea. Para los habitantes de la Cerdanya y el Ripollès, el tren representó una mejora innegable para las comunicaciones vecinales, las actividades comerciales y el turismo de montaña.