Los túneles van pasando.
Lástima que el mal tiempo no de más iluminación para apreciar las vistas.
Estamos ya en pleno puerto de montaña y las limitaciones de velocidad no paran de oscilar sin superar los 85 kilómetros por hora.
Pasamos por la joya de la corona del puerto, la estación de Pajares, lástima que esté en desuso, si bien su remota localización no ayuda.
De todas formas no deja de ser un sitio estratégico para sacar buenas imágenes.