buenas este articulo es del periódico El Correo creo que es interesante
Javier Suso entrega 28.000 archivos a cuatro instituciones tras dos décadas de investigación y rescate de documentos
Sergio Carracedo
SERGIO CARRACEDO
Domingo, 27 marzo 2022, 01:49
Su infancia transcurrió entre Vitoria y Maeztu y la mejor forma de desplazarse entre ambos puntos era el trenico. Más aún cuando viajaba gratis y en primera por ser hijo de un alto funcionario del Vasco Navarro. Sin embargo, le faltaba tiempo para abandonar esos primeros vagones y buscar a sus amigos en tercera, lo que convertía el viaje en una experiencia inolvidable. Recorrió miles de kilómetros por la vía estrecha para disfrutar de las vacaciones en la Montaña Alavesa o para ir a merendar a las piscinas de Estella. Hasta que el tren se detuvo para siempre en la Nochevieja de 1967. Su padre, Ángel Suso Lacha, fue el encargado de liquidar la compañía, recolocar los trenes en otras líneas e incluso de venderlo todo, hasta los raíles y las traviesas.
De todo ello, Javier mantiene intacto el recuerdo, refrescado durante dos largas décadas por miles de documentos que ha recopilado, estudiado y ahora ha entregado a cuatro archivos diferentes para que el legado del ferrocarril Vasco Navarro esté bien custodiado, se pueda consultar y siga creciendo. Fotografías, documentos, entrevistas con ferroviarios y familiares en formato de audio o vídeo son algunos de los materiales que ahora conservan la Fundación Sancho el Sabio, el Archivo Municipal de Vitoria, el de Maeztu y el Museo Vasco del Ferrocarril, ubicado en Azpeitia.
Construcción de la línea. Obras en 1915 al sur del Polvorín para construir el ramal que iba a Bergara.
Construcción de la línea. Obras en 1915 al sur del Polvorín para construir el ramal que iba a Bergara. / E. GUINEA / ARCHIVO MUNICIPAL DE VITORIA
«He quemado esta etapa de casi 25 años, es hora de que alguien tome el relevo y si es alguien formado mejor, ya que hay material de sobra para hacer un trabajo fin de carrera o una tesis doctoral», afirma Javier Suso, que garantiza «ayuda y asesoramiento» a quien esté interesado.
El material recopilado incluye más de mil artículos de prensa, entre los que están los primeros documentos en los que se empieza a fraguar el proyecto de este tren. El más antiguo corresponde a la petición del alavés Juan José Herrán de crear una línea ferroviaria entre Vitoria y Bilbao sufragada por ambas ciudades. «Bilbao se negó porque años antes Vitoria no quiso hacerla y los bilbaínos ya la habían trazado por Orduña. El servicio férreo «les unía con Miranda, Zaragoza y Barcelona, lo que propició que Miranda se convirtiera en un importante nudo ferroviario mientras que Vitoria se quedó en una estación de segunda, en la línea Madrid - Hendaya».
Paso a nivel de la calle Olaguíbel. Barreras bajadas al paso de un convoy del Vasco Navarro en el cruce de la calle Olaguíbel con la actual José Mardones.
Paso a nivel de la calle Olaguíbel. Barreras bajadas al paso de un convoy del Vasco Navarro en el cruce de la calle Olaguíbel con la actual José Mardones. / FÉLIX ZURITA
De la negativa vizcaína de unir Bilbao y Vitoria por tren nace la historia del Vasco Navarro. Cartas del último cuarto del siglo XIX dan fe de cómo «Herrán buscó financiación para el proyecto hasta dar con la compañía inglesa» que se prestó a ello. En 1883 obtuvo la concesión de la línea y en 1885 firmó la fundación de la compañía 'The Anglo Vasco Navarro Railway' para «realizar las obras de un ferrocarril que uniría Vitoria con Estella y Durango, aunque más tarde se corrigió y se terminó en Bergara».
De esa colaboración entre Herrán y los ingleses, el fondo de Javier Suso conserva un epistolario de más de 50 cartas. En 1889, sólo se había inaugurado el tramo entre Vitoria y Salinas de Léniz. «Cuando se inicia la construcción entre Salinas y Escoriatza el proyecto empieza a hacer aguas. Comienzan los impagos, no podían comprar material, los obreros llegaron a desmontar las vías y Herrán pide un poder para poder pagar aunque fuera con su dinero». «Se sabe que el ferrocarril quebró, pero no lo que pasó. Habría que estudiarlo bien. El lío que hubo con la compañía inglesa, qué pasó con la Banca Artola y quién fue el malo de la película», se cuestiona este experto. «Sabemos que la familia Herrán se arruinó, pero ¿fueron los Artola los que no cumplieron con su palabra?¿Fue el inglés?», se pregunta. Para un historiador es una cosa fantástica», resalta.
Interior del vagón salón. De pie, Narciso Buesa, director del Vasco Navarro (1958-1966), junto a Federico Valenciano, directivo de FEVE, y Juan Zubía. El vagón circula ahora reformado por las vías del tren de la Robla.
Interior del vagón salón. De pie, Narciso Buesa, director del Vasco Navarro (1958-1966), junto a Federico Valenciano, directivo de FEVE, y Juan Zubía. El vagón circula ahora reformado por las vías del tren de la Robla. / ALBERTO SCHOMMER | ARCHIVO DEL TERRITORIO HISTÓRICO DE ÁLAVA (ATHA-DAF-SCH-PC-27226)
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